30. Salió Moisés de la presencia de Faraón y oró al SEÑOR.
31. Y el SEÑOR hizo como Moisés Le pidió, y quitó los enjambres de insectos de Faraón, de sus siervos y de su pueblo. No quedó ni uno solo.
32. Pero Faraón endureció su corazón también esta vez y no dejó salir al pueblo.