3. Envió a sus criados a llamar a los invitados a la boda, pero estos no quisieron acudir.
4. Volvió a enviarles más criados, con este encargo: “Decid a los invitados que ya tengo preparado el banquete. He hecho matar mis terneros y reses cebadas y está todo a punto. Que vengan a la boda”.
5. Pero los invitados no quisieron hacer caso, sino que cada cual se fue a su propia hacienda o sus negocios.