12. Pedro, sin embargo, se decidió, y echó a correr hacia el sepulcro. Al inclinarse a mirar, sólo vio los lienzos; así que regresó a casa lleno de asombro por lo que había sucedido.
13. Ese mismo día, dos de los discípulos se dirigían a una aldea llamada Emaús*, distante unos once kilómetros de Jerusalén.
14. Mientras iban hablando de los recientes acontecimientos,
15. conversando y discutiendo entre ellos, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado.