29. tendréis incluso que comer la carne de vuestros hijos y la carne de vuestras hijas.
30. Destruiré vuestros santuarios de los altos y demoleré vuestros altares de incienso; apilaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos y os detestaré.
31. Devastaré vuestras ciudades, asolaré vuestros santuarios y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.
32. Arrasaré la tierra de suerte que vuestros enemigos residentes en ella se horrorizarán al verla;
33. a vosotros os dispersaré entre las naciones, desenvainaré la espada detrás de vosotros, vuestra tierra quedará arrasada y vuestras ciudades desiertas.
34. Entonces la tierra podrá resarcirse de sus años sabáticos, mientras dure la desolación y vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos. La tierra podrá descansar entonces y resarcirse de sus años sabáticos.
35. Mientras dure la desolación, la tierra descansará los días de descanso que no le disteis cuando vivíais en ella.