6. Al séptimo día el sacerdote lo examinará de nuevo: si la llaga parece haberse oscurecido, sin haberse extendido por la piel, entonces el sacerdote lo declarará puro; era sólo una erupción; la persona lavará sus ropas y será considerada pura.
7. Pero si después de haberse presentado al sacerdote y haber sido declarada pura, la erupción se extiende por la piel, esa persona deberá presentarse nuevamente al sacerdote.
8. Y si, una vez examinada, el sacerdote ve que la erupción se ha extendido por la piel, se trata de lepra y declarará impura a esa persona.
9. Cuando a alguien le salga una llaga como de lepra, será llevado al sacerdote.