18. Vigilaban nuestros pasossin dejarnos caminar.Nuestro fin estaba cerca,nuestros días ya cumplidos,había llegado el final.
19. Los perseguidores eranmás veloces que las águilas:nos acosaron con trampaspor los montes y el desierto.
20. Con sus trampas dieron cazaal rey, que era nuestro aliento,pues a su sombra esperábamosvivir entre las naciones.