34. Y todavía hoy siguen portándose según sus antiguas costumbres: no veneran al Señor ni proceden según sus decretos y normas, ni según la ley y los mandamientos que el Señor dio a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel.
35. El Señor había hecho con ellos una alianza diciéndoles:— No veneraréis a otros dioses, ni los adoraréis; no los serviréis ni les ofreceréis sacrificios.
36. Sólo veneraréis, adoraréis y ofreceréis sacrificios al Señor que os sacó del país de Egipto con gran demostración de poder.