11. Pero no admitas a viudas jóvenes, pues el ansia de placer las aparta de Cristo y las impulsa a contraer nuevo matrimonio,
12. con lo que se hacen culpables al romper su primer compromiso.
13. Además, aprenden a vivir ociosamente y no hacen más que andar de casa en casa; desocupadas como están, viven del comadreo, se entrometen en todo y hablan de lo que no deben.
14. Así que prefiero que las viudas jóvenes se casen otra vez, tengan hijos, cuiden de su casa y no den pie a las críticas de nuestros enemigos.
15. Porque algunas ya se han pervertido siguiendo las huellas de Satanás.