6. Por eso precisamente, también a los que ya murieron se les anunció el mensaje de salvación, a fin de que, juzgados como mortales, obtengan de Dios la vida del espíritu.
7. Se aproxima el final de todas las cosas. Sed, por tanto, juiciosos y sobrios, para que podáis dedicaros a la oración.
8. Ante todo, amaos entrañablemente unos a otros, pues el amor alcanza el perdón de los pecados por muchos que sean.
9. Practicad de buen grado la hospitalidad mutua.
10. Que todos, como buenos administradores de los múltiples dones de Dios, pongan al servicio de los demás el don que recibieron.