Rut 1:5-22 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

5. Majlón y Quilión también murieron. Así que Noemí quedó sola, pues no tenía esposo ni hijos.

6. Cuando Noemí se enteró de que el SEÑOR le había dado una buena cosecha a su pueblo, ella y sus dos nueras se prepararon para irse de Moab.

7. Así que Noemí se fue con sus dos nueras del lugar donde había vivido antes y juntas se dispusieron a recorrer el camino de vuelta a Judá.

8. Pero entonces Noemí les dijo a sus dos nueras: —¿No quieren volver cada una a su casa con su mamá? Ustedes han sido muy buenas conmigo y con sus esposos. ¡Que así también el SEÑOR sea bueno y leal con ustedes!

9. ¡Que el SEÑOR permita que encuentren esposos y tengan un hogar feliz! Luego Noemí las besó, pero ellas rompieron en llanto,

10. y le dijeron: —No, nosotras queremos regresar contigo a tu pueblo.

11. Noemí les dijo: —Por favor, váyanse, hijas mías. ¿Por qué tienen que irse conmigo? No me quedan más hijos que puedan casarse con ustedes.

12. ¡Váyanse! ¡Regresen a su tierra, hijas! Además, ya estoy demasiado vieja para quedar embarazada. Y aunque tuviera esa esperanza y quedara embarazada esta misma noche,

13. tendrían ustedes que esperar hasta que mis hijos llegaran a ser hombres antes de casarse con ellos. No puedo obligarlas a que esperen tanto tiempo sin esposo porque la vida es más dura para mí que para ustedes, pues el SEÑOR está en contra mía.

14. Entonces ellas empezaron a llorar. Orfa se despidió con un beso de su suegra y se fue, pero Rut se quedó junto a ella.

15. Noemí dijo: —Mira, tu concuñada regresó con su gente y con sus dioses. Síguela.

16. Pero Rut le dijo: —¡No me obligues a abandonarte y separarme de ti! »A donde tú vayas, iré yo; y donde vivas tú, viviré yo. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.

17. Donde tú mueras, yo moriré y seré sepultada. ¡Que el SEÑOR me castigue con severidad si no cumplo con esta promesa: sólo la muerte nos separará!

18. Noemí se dio cuenta de que Rut estaba muy decidida a irse con ella, y dejó de discutir.

19. Así que las dos emprendieron el camino hasta que llegaron a Belén. Al llegar se formó un alboroto, todo el pueblo hablaba de ellas. Las mujeres decían: —¿No es esa Noemí?

20. Pero ella les decía: —No me llamen Noemí, llámenme Mara porque Dios Todopoderoso me ha dado tristeza.

21. Cuando me fui de aquí, tenía en abundancia; pero ahora regreso sin nada porque así lo quiso el SEÑOR. Por eso ustedes no deben llamarme Noemí, porque el SEÑOR Todopoderoso ha sido muy duro conmigo.

22. Así fue como Noemí y Rut, su nuera moabita, regresaron de Moab. Llegaron a Belén cuando comenzaba la cosecha de cebada.

Rut 1