33. Qué grande es la riqueza de Dios, qué enorme su sabiduría y entendimiento. Nadie puede explicar las decisiones de Dios, ni puede entender lo que hace y cómo lo hace.
34. «¿Quién conoce la mente del Señor? ¿Quién puede darle consejos a Dios?
35. Nadie le ha prestado nada a Dios como para que Dios esté obligado a pagarle».