78. El día doce llevó sus ofrendas Ajirá, hijo de Enán, jefe de la tribu de Neftalí.
79. En esto consistía su ofrenda: una bandeja de plata que pesaba kilo y medio, y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos, según el peso oficial, para la ofrenda de cereal. Ambos los entregó llenos de harina de la mejor calidad mezclada con aceite.
80. Ofrendó también un cucharón de oro que pesaba ciento diez gramos, lleno de incienso.
81. Dio también un ternero, un carnero y un cordero de un año, para el sacrificio que debe quemarse completamente.
82. Ofrendó, además, un chivo, para el sacrificio por el pecado.
83. Finalmente, para la ofrenda para festejar, dio dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Ajirá, hijo de Enán.
84. Esa fue la ofrenda de dedicación de los jefes de Israel para el altar cuando este fue consagrado: doce bandejas de plata, doce tazones de plata y doce cucharones de oro.
85. Cada bandeja de plata pesaba kilo y medio. Cada tazón de plata pesaba ochocientos gramos. Todos los objetos de plata pesaban veintisiete kilos según el peso oficial.
86. Los doce cucharones de oro llenos de incienso pesaban cada uno ciento diez gramos, según el peso oficial. El oro de todos los cucharones pesaba en total un kilo y cuatrocientos gramos.
87. El número total de animales para el sacrificio que debe quemarse completamente era de doce terneros, doce carneros y doce corderos de un año con sus correspondientes ofrendas de cereal. También había doce chivos para el sacrificio por el pecado.
88. En cuanto a los animales para la ofrenda para festejar, su número total era de veinticuatro terneros, sesenta carneros, sesenta chivos y sesenta corderos de un año. Esta fue la ofrenda para la dedicación del altar después de que este fue consagrado.