23. Luego fueron al valle de Escol, donde cortaron una rama con un racimo de uvas que cargaron sobre un palo entre dos hombres. También llevaron higos y granadas.
24. A ese lugar se le llamó valle de Escol debido al racimo de uvas que los israelitas cortaron allí.
25. Volvieron de explorar la tierra después de cuarenta días
26. y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas. Estaban en el desierto de Parán, en Cades, y fue allí donde les dieron a todos un informe y les mostraron el fruto de esa tierra.
27. Le informaron a Moisés, así: —Fuimos al territorio a donde nos enviaste y en verdad es una tierra que rebosa de leche y miel, aquí pueden ver sus frutos.
28. Pero la gente que la habita es fuerte, las ciudades son fortificadas y muy grandes, incluso vimos allí a los descendientes de Anac.
29. Los amalecitas viven en la tierra del Néguev; los hititas, jebuseos y los amorreos viven en la zona montañosa, y los cananeos viven al lado del mar y a lo largo del río Jordán.
30. Luego Caleb le pidió a la gente que estaba cerca de Moisés que se callara y dijo: —¡Vamos y apoderémonos de esa tierra! Con seguridad que la conquistaremos.
31. Pero los espías que fueron con él dijeron: —No seremos capaces de atacar a esa gente porque ellos son más fuertes que nosotros.
32. Luego esparcieron falsos rumores entre los israelitas acerca de la tierra que exploraron, diciendo: —La tierra que exploramos es una tierra que se traga a la gente que vive en ella. Toda la gente que vimos era enorme,
33. basta con decirles que vimos incluso a los Nefilim. Los descendientes de Anac vienen de los Nefilim. Ante ellos nos sentimos como saltamontes y así les parecíamos nosotros a ellos.