Números 11:2-20 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

2. La gente pidió a gritos ayuda a Moisés, él oró al SEÑOR por ellos y el fuego se apagó.

3. Entonces ellos llamaron ese lugar Taberá porque un fuego del SEÑOR se prendió entre ellos.

4. Entre los israelitas había gente de toda condición que se había mezclado con ellos y sólo pensaba en comer. Los israelitas se dejaron llevar por ellos y se pusieron a llorar y a decir: «¡Quién nos diera carne para comer!

5. Cómo extrañamos el pescado que comíamos gratis en Egipto, y los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos.

6. Ahora nos estamos muriendo de hambre y todo lo que vemos es este maná».

7. El maná era como semillas de cilantro y parecía resina de árbol.

8. La gente salía a recolectarlo y después lo molían o lo machacaban con piedras. Luego lo cocinaban en una olla o hacían panes con él. Su sabor era como el del pan que se amasa con aceite.

9. Al caer el rocío por la noche, también caía el maná sobre el campamento.

10. Moisés escuchó llorar a los israelitas y a sus familias, cada uno a la entrada de su carpa. El SEÑOR se enojó mucho. Moisés también se enojó

11. y le dijo al SEÑOR: —¿Por qué me tratas tan mal a mí que soy tu siervo? ¿Qué tienes en mi contra para poner sobre mí la responsabilidad de este pueblo?

12. ¿Es que yo soy la mamá de toda esta gente? ¿Fui yo quien los dio a luz para que tú me digas: “Llévalos en tus brazos, como hace un padre adoptivo”, a la tierra que tú les prometiste a sus antepasados?

13. ¿Dónde conseguiré carne para darle a toda esta gente cuando vengan llorando ante mí y me digan: “¡Danos carne para comer!”?

14. Yo solo no soy capaz de cuidar a todo este pueblo; eso es mucho para mí.

15. Si me vas a tratar de esta manera, te ruego que me quites la vida, pues así me libraré de tanto problema.

16. El SEÑOR le dijo a Moisés: —Reúneme a setenta ancianos de Israel, pero asegúrate que sean jefes del pueblo. Llévalos a la carpa del encuentro y que esperen allí contigo.

17. Yo bajaré a hablar contigo y tomaré parte del Espíritu que está en ti y lo pondré en ellos. Así ellos compartirán contigo la carga que este pueblo representa para ti, de tal forma que no tengas que hacerte cargo de ellos tú solo.

18. Después dile al pueblo: “Purifíquense para mañana, pues van a comer carne. Ustedes han llorado ante el SEÑOR y han dicho: ‘¡Quién nos diera carne para comer! Estábamos mejor en Egipto’. El SEÑOR les va a dar carne y ustedes van a comer carne.

19. No comerán carne sólo un día, o dos, o cinco, o diez o veinte días,

20. sino que comerán carne por todo un mes hasta que se les salga por la nariz y les provoque náuseas. Eso les sucederá por haber rechazado al SEÑOR que está en medio de ustedes, y por haber llorado ante él diciendo: ‘¿Por qué tuvimos que irnos de Egipto?’”

Números 11