23. Tú hiciste que sus descendientes fueran tan numerosos como las estrellas del cielo. Los trajiste a la tierra que le prometiste a sus antepasados.
24. Los niños entraron y ocuparon esa tierra y tú humillaste a los cananeos que vivían allí. Tú dejaste que nuestros antepasados hicieran lo que quisieran con los cananeos y con sus reyes.
25. Ellos capturaron ciudades fuertes y tierras fértiles. Se apropiaron de casas llenas de cosas buenas, de pozos ya cavados, de viñedos, de árboles de olivo y de muchos árboles frutales. Comieron y comieron hasta que se saciaron y engordaron. Disfrutaron de tu gran bondad.
26. »Pero ellos fueron desobedientes y se rebelaron contra ti. Arrojaron al piso tus enseñanzas. Mataron a tus profetas que les habían advertido que volvieran a ti. Te insultaron terriblemente.