8. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abrirá.
9. »¿Le daría alguno de ustedes una piedra a su hijo si le pide pan?
10. ¿O le daría una serpiente si le pide un pescado?
11. Pues si ustedes, aun siendo malos, saben cómo darles cosas buenas a sus hijos, imagínense cuánto más dispuesto estará su Padre celestial a darles lo que le pidan.