17. Esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios dijo por medio del profeta Isaías:
18. «Aquí está el que me sirve, a quien yo he elegido. Yo lo amo y estoy contento con él. Pondré mi Espíritu en él, y anunciará justicia para las naciones.
19. No discutirá ni gritará; la gente no escuchará su voz en las calles.
20. No romperá la caña que ya está doblada, ni va a apagar la mecha de la que apenas sale humo. Seguirá hasta que haga triunfar la justicia.