Marcos 3:3-19 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. Jesús le dijo al hombre que tenía la mano paralizada: —Levántate y ponte frente a todos.

4. Luego Jesús les dijo: —¿Qué se debe hacer en el día de descanso, el bien o el mal, salvar una vida o destruirla? Pero ellos seguían en silencio.

5. Entonces Jesús los miró con enojo y a la vez con mucha tristeza porque eran muy tercos. Luego, Jesús le dijo al hombre: —Extiende la mano. El hombre la extendió y la mano quedó sana.

6. Inmediatamente los fariseos se fueron y empezaron a hacer planes con los herodianos para matar a Jesús.

7. Jesús salió con sus seguidores hacia el lago Galilea y una gran multitud los siguió.

8. La gente venía de Galilea, de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del oriente del Jordán y de la región de Tiro y de Sidón. Todos iban a ver a Jesús porque habían oído del bien que estaba haciendo.

9. Como Jesús vio que había tanta gente, les pidió a sus seguidores que le consiguieran un bote pequeño. Jesús quería el bote para que la multitud no se amontonara sobre él.

10. Él había sanado a mucha gente. Por eso todos los enfermos se empujaban unos a otros para poder llegar hasta Jesús y tocarlo.

11. Cuando los espíritus malignos que algunos tenían veían a Jesús, se arrodillaban ante él y gritaban con fuerza: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»

12. Pero Jesús les ordenó con severidad que no hablaran de él delante de la gente.

13. Luego, Jesús llamó a los que quiso llevar consigo, se retiró a las montañas y ellos se fueron con él.

14. Entre ellos, eligió a doce para que estuvieran con él y luego enviarlos a otros lugares para anunciar su mensaje. Los llamó apóstoles.

15. También los eligió para que tuvieran el poder de expulsar demonios.

16. Estos son los doce hombres que él eligió: Simón (a quién llamó Pedro),

17. Santiago y Juan, hijos de Zebedeo (a quienes llamó Boanerges, que significa hijos del trueno),

18. Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el zelote,

19. Judas Iscariote (quien después lo entregó).

Marcos 3