39. También les gusta mucho sentarse en los lugares de honor de las sinagogas y tener los mejores lugares en los banquetes.
40. Ellos se roban los bienes de las viudas y para disimularlo hacen largas oraciones. Por eso Dios los castigará con más severidad».
41. Jesús estaba sentado cerca de la caja del dinero del templo y veía cómo la gente daba sus ofrendas. Muchos ricos daban bastante dinero.
42. Luego vino una viuda y dio dos pequeñas monedas de cobre que valían muy poco.
43. Jesús llamó a sus seguidores y les dijo: —Les digo la verdad: esa pobre viuda echó más que todos demás a la caja del tesoro del templo.
44. Porque los demás dieron de lo que les sobraba, pero ella, a pesar de su pobreza, entregó todo lo que tenía para vivir.