36. Jesús les dijo: —Pero ahora, si tienen provisiones o dinero, llévenlos con ustedes. Si no tienen espada, vendan su manto y compren una.
37. Pues les digo que esta Escritura debe cumplirse en mí: “La gente lo consideraba un criminal”. Esta Escritura debe cumplirse en mí. Fue escrita sobre mí y está sucediendo ahora.
38. Los seguidores dijeron: —Mira Señor, aquí hay dos espadas. Jesús les dijo: —¡Basta ya!
39. Como de costumbre, Jesús salió de la ciudad al monte de los Olivos, y sus seguidores fueron con él.