Levítico 25:39-51 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

39. »Si un compatriota se empobrece y se vende a ustedes, no lo obliguen a trabajar como un esclavo.

40. Será como un trabajador o un inquilino. Él trabajará para ustedes hasta el año del Jubileo.

41. Luego él y sus hijos podrán irse y volverán a su familia y a la tierra de sus antepasados.

42. Porque ellos son esclavos míos, yo los saqué de Egipto y no pueden ser vendidos como esclavos.

43. No lo traten cruelmente, sino demuestren que respetan a Dios.

44. »Sus esclavos y esclavas deben ser de las naciones vecinas; cómprenles a ellos esclavos y esclavas.

45. También podrán comprarles esclavos a los hijos de los extranjeros que viven con ustedes o a sus familias que están con ustedes, que nacieron en su tierra. A ellos podrán comprarlos en propiedad

46. y podrán ser parte de la herencia para sus hijos como propiedad permanente. Siempre podrán tener esclavos de otras naciones, pero no traten con crueldad a sus propios compatriotas, los israelitas.

47. »Si un inmigrante o un extranjero que vive en su país se enriquece, y en cambio un compatriota suyo se empobrece y se vende a sí mismo al inmigrante o a alguno de la familia del inmigrante,

48. su compatriota tiene derecho a que se compre su libertad, aun después de haber sido vendido. Otro compatriota puede comprarlo de nuevo,

49. un tío, un primo o cualquier otro pariente cercano, e incluso el que se vendió se puede comprar a sí mismo si consigue suficiente dinero para comprar su libertad.

50. »El que se vendió y quien lo compró calcularán el precio de su libertad, tomando en cuenta el período de tiempo entre el año en que se vendió a sí mismo y el año del Jubileo. El precio se basará en ese número de años y se pagará de acuerdo a como se paga el salario de un trabajador contratado.

51. Si todavía faltan muchos años para el Jubileo, pagará su libertad en proporción a ellos, una parte de lo que se pagó cuando se vendió.

Levítico 25