1. En cada esquina de las calles hay joyas tiradas en el suelo. El oro cambió; ¡cómo ha perdido su brillo!
2. Los ciudadanos de Sion tan valiosos que valían su peso en oro, pero ahora son considerados vasijas baratas hechas por un artesano ordinario.
3. Hasta las lobas amamantan a sus crías; dejan que se alimenten de su pecho. Pero la hija de mi pueblo se ha vuelto más cruel que el animal más salvaje del desierto.