16. El SEÑOR le dijo: —Pero yo estaré contigo. Podrás derrotar a los madianitas como si estuvieras peleando contra un solo hombre.
17. Respondió Gedeón: —Si en realidad estás a mi favor, entonces muéstrame una señal para saber que en verdad tú eres quien ha hablado conmigo.
18. Te ruego que me esperes aquí y que no te muevas hasta que yo regrese. Voy a traer mi ofrenda para ponerla frente a ti. El Señor le respondió: —Esperaré aquí hasta que regreses.
19. Entonces Gedeón entró a la casa y preparó un cordero en agua hirviendo. También preparó pan sin levadura con veinte kilos de harina. Luego, puso la carne en una canasta y echó el caldo en una olla. Gedeón sacó toda esa comida y se la presentó bajo el roble.
20. El ángel de Dios le dijo: —Pon la carne y el pan sin levadura encima de esa roca y derrama el caldo. Gedeón hizo lo que se le ordenó.
21. El ángel del SEÑOR tenía un bastón y tocó la carne y el pan con su punta. Enseguida salió fuego de la roca, la carne y el pan se quemaron por completo y el ángel del SEÑOR desapareció.
22. Entonces Gedeón entendió que había estado hablando con el ángel del SEÑOR, y gritó muy fuerte: —¡Señor DIOS! ¡He visto al ángel del SEÑOR cara a cara!
23. Y el SEÑOR le dijo: —Cálmate, no tengas miedo, no vas a morir.