Jueces 13:1-8 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Una vez más los israelitas hicieron lo malo ante el SEÑOR, así que permitió el SEÑOR que los filisteos los dominaran durante cuarenta años.

2. En la ciudad de Zora había un hombre que se llamaba Manoa, de la tribu de Dan. La esposa de Manoa no podía tener hijos.

3. Pero el ángel del SEÑOR se le apareció a la esposa de Manoa y le dijo: «Hasta ahora tú no has podido tener hijos, pero vas a quedar embarazada y vas a tener un hijo.

4. Sin embargo, debes ser cuidadosa, no tomes vino ni cerveza ni tampoco comas ningún alimento impuro.

5. Pues vas a tener un hijo y nunca le debes cortar el cabello porque será consagrado a Dios como nazareo antes de nacer. Tu hijo va a liberar al pueblo de Israel del poder de los filisteos».

6. Entonces la mujer se acercó a su esposo y le dijo: «Vino un hombre de Dios. Era muy impresionante, parecía como un ángel de Dios. Yo no le pregunté de dónde era y él tampoco me dijo su nombre.

7. Lo único que me dijo fue que quedaría embarazada y que iba a tener un hijo. Me dijo que no debo tomar vino ni cerveza ni tampoco comer alimentos impuros porque mi hijo será un nazareo dedicado a Dios desde antes de nacer hasta el día en que muera».

8. Entonces Manoa hizo una oración al SEÑOR y dijo: «Te ruego Señor que traigas de nuevo a ese hombre de Dios. Haz que él nos enseñe lo que debemos hacer por ese niño que pronto va a nacer».

Jueces 13