2. El SEÑOR contestó: —Judá debe pelear primero. Fíjense, estoy entregando esta tierra en manos de Judá.
3. Entonces los de la tribu de Judá les dijeron a sus hermanos de la tribu de Simeón: «Dios prometió darnos ese territorio, vengan a ayudarnos y nosotros también les ayudaremos a ustedes cuando les toque conquistar su tierra». Así que los de Simeón se unieron a los de Judá.
4. Entonces los de Judá avanzaron y el SEÑOR los ayudó a ganar la batalla contra los cananeos y los ferezeos. Derrotaron a diez mil hombres en la ciudad de Bézec.
5. Luego encontraron al gobernante de Bézec en su ciudad, pelearon contra él y ganaron la batalla contra los cananeos y los ferezeos.
6. El gobernante de Bézec trató de escapar, pero los hombres de Judá lo persiguieron, lo atraparon y le cortaron los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies.