29. Sabemos que Dios le habló a Moisés, pero no sabemos ni de dónde viene ese hombre.
30. El hombre les contestó: —¡Eso sí que está raro! Ustedes no saben de dónde salió él, y a mí me dio la vista.
31. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino que escucha a los que lo adoran y hacen lo que él quiere.
32. Nunca hemos escuchado que alguien le dé la vista a un hombre que nació ciego.
33. Si este hombre no viniera de Dios, no hubiera podido hacer nada.
34. Ellos le contestaron: —Tú has sido pecador desde que naciste, ¿y estás tratando de enseñarnos? Entonces lo expulsaron de la sinagoga.