23. Tomaron las cosas de la carpa, las llevaron a Josué y a todos los israelitas, y las presentaron ante el SEÑOR.
24. Luego Josué y los israelitas agarraron a Acán descendiente de Zera, con la plata, el abrigo, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, su ganado, su burro, sus ovejas y su carpa y todo lo que le pertenecía. Lo llevaron al valle de Acor
25. y Josué le dijo: —¿Por qué nos trajiste la desgracia? Hoy el SEÑOR te traerá la desgracia a ti. Entonces todos los israelitas los mataron a pedradas y los quemaron.
26. Luego apilaron muchas piedras sobre sus cuerpos, y el montón de piedras permanece allí hasta hoy. Esa es la razón por la cual aún hoy ese lugar se llama el valle de Acor. Así el SEÑOR dejó de estar enojado con ellos.