Josué 22:29-34 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

29. »Nosotros nunca nos rebelaríamos contra el SEÑOR ni nos alejaríamos hoy de seguir al SEÑOR. Nunca construiríamos un altar para sacrificios que deben quemarse completamente, ofrendas de cereal u otros sacrificios. El altar que está en frente de la Carpa Sagrada es el altar del SEÑOR.

30. Cuando el sacerdote Finés y los líderes de la asamblea, los cabeza de familia de las tribus que estaban con él, escucharon lo que dijeron los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, quedaron bien conformes con la explicación.

31. Luego Finés, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los rubenitas, a los gaditas y a los de Manasés: —Ahora nosotros sabemos que el SEÑOR está entre nosotros y que ustedes no desobedecieron al SEÑOR en este asunto. Ustedes les han evitado a los israelitas un castigo del SEÑOR.

32. Luego Finés, hijo del sacerdote Eleazar, y los líderes volvieron de la tierra de los rubenitas y los gaditas en la tierra de Galaad, a donde viven los israelitas en la tierra de Canaán, y les informaron lo acontecido.

33. El informe fue del agrado de los israelitas. Los israelitas agradecieron a Dios, y ya no hablaron de ir a la guerra contra ellos ni de destruir la tierra donde estaban viviendo.

34. Los rubenitas y los gaditas llamaron al altar Testigo porque decían: «Es un testigo entre nosotros de que el SEÑOR es nuestro Dios».

Josué 22