1. Entonces Job respondió:
2. «Todavía hoy me quejo amargamente, me pesan las manos debido a mis gemidos.
3. Cómo quisiera saber dónde encontrar a Dios.
4. Le expondría mi caso y le daría un discurso lleno de argumentos legales.
5. Conocería las respuestas que él tiene para mí y entendería lo que me dijera.
6. ¿Usaría Dios su poder en contra mía? No, yo creo que él me prestaría atención.
7. Allí un hombre íntegro argumentaría con él y yo me libraría eternamente de mi juez.
8. »Pero si voy al oriente, no está ahí. Si voy al occidente, tampoco lo encuentro.