15. Dios no confía ni en sus propios ángeles. A los ojos de Dios ni siquiera los cielos son puros,
16. con menos razón el ser humano, un ser corrupto y abominable, que bebe la maldad como si fuera agua.
17. »Escúchame, voy a explicarte lo que quiero decir. Soy testigo de ello y te lo voy a contar.
18. Es algo que los sabios han relatado y que no era un secreto para sus antepasados.
19. Sólo a ellos les dieron la tierra, no había extranjero entre ellos.
20. El perverso sufre toda la vida, se retuerce de dolor. Los días del tirano están contados.
21. Escucha voces aterradoras. En medio de su prosperidad llegará quien los arruine.
22. No está seguro de que podrá volver de las tinieblas y está destinado a morir en batalla.