1. Quisiera que mi cabeza fuera un manantial y mis ojos se convirtieran en una fuente de lágrimas. Así podría llorar día y noche por todos los muertos de mi pueblo.
2. ¡Ojalá tuviera una choza en el desierto, para abandonar a mi pueblo y alejarme de él! Todos ellos han sido infieles, son un pueblo de traidores.
3. «Su lengua es como un arco y sus mentiras son las flechas. En el país domina la mentira, no la verdad, pues cada día van de mal en peor; No me conocen». Lo dice el SEÑOR.
4. Cuídense de su vecino, no confíen ni en su hermano, porque todo hermano es un engañador y todo semejante anda calumniando.
5. Cada cual le miente a su semejante; no dicen la verdad. Han adiestrado su lengua a decir mentiras y pecan hasta más no poder.
6. «Tú vives en medio de traidores que debido a su falsedad se niegan a reconocerme». Lo dice el SEÑOR.
7. Por eso el SEÑOR Todopoderoso dice: «Los voy a refinar, a poner a prueba, pues, ¿qué más puedo hacer por mi pueblo?
8. Su lengua es como una flecha afilada; su boca sólo dice mentiras. Le hablan amablemente a su semejante pero en su interior planean aprovecharse de él.
9. ¿Es que no he de castigarlos por todo eso? ¿Acaso no voy a darle lo que se merece a un pueblo de esa calaña?» Lo dice el SEÑOR.
10. «Lloraré y gemiré por los montes; entonaré una canción fúnebre por las praderas del desierto, porque están tan desoladas que ya nadie pasa por ellas. Ya no se oye el mugido del ganado; los pájaros se han ido lejos, los animales han huido.
11. »Convertiré a la ciudad de Jerusalén en un montón de ruinas. Será una guarida de chacales. Dejaré convertidas en un desierto a las ciudades de Judá, y se quedarán sin habitantes».
12. ¿Hay algún sabio que pueda entender esto? ¿Hay alguien a quien el SEÑOR le haya enseñado esto para que lo explique? ¿Por qué fue destruido el país? ¿Por qué quedó convertido en un desierto por el que ya nadie pasa?
13. El SEÑOR respondió: «Eso sucedió porque dejaron a un lado la ley que les entregué. No me hicieron caso, ni vivieron conforme a mis enseñanzas.