22. Esto dice el SEÑOR: «Miren, desde el norte viene un ejército; una gran nación se acerca desde los confines de la tierra.
23. Llevan arcos y lanzas, son crueles y no tienen compasión. Sus gritos suenan como el rugido del mar, y van montados a caballo, en perfecto orden, como un solo hombre, ¡para atacarte, hija de Sion!»
24. Hemos oído hablar de ese ejército, y quedamos temblando de miedo. La angustia se apoderó de nosotros, un dolor como de mujer que va a dar a luz.
25. No salgas al campo, ni andes por el camino, porque ahí está la espada del enemigo y hay terror por todas partes.