2. Llegará el día, dice el SEÑOR, en que haré sonar la trompeta de guerra contra Rabá de los amonitas. Quedará hecha un montón de ruinas y sus ciudades serán incendiadas. Entonces Israel se apoderará de lo que ellos le quitaron, dice el SEÑOR.
3. »Lloren por Hesbón, porque Hai ha sido destruida. Griten, hijas de Rabá; vístanse de luto y giman. Corran de un lado a otro dentro de los muros, porque Milcón va al exilio junto con sus sacerdotes y altos funcionarios.
4. ¿Por qué te enorgulleces de tu fuerza? ¿No ves que ya se te está acabando? Hija rebelde que confías en tus riquezas y dices: “¿Quién me atacará?”
5. Voy a hacer que el terror te rodee por todas partes, dice el Señor DIOS Todopoderoso. Saldrán arrojados todos, cada uno por su lado, y no habrá quién los vuelva a reunir.
6. Pero después de todo esto, devolveré lo que se tomó de los amonitas, dice el SEÑOR».
7. El SEÑOR Todopoderoso dice acerca de Edom: «¿Ya no hay sabiduría en Temán? ¿Los inteligentes no pueden aconsejar más? ¿Han dejado de ser sabios?
8. Habitantes de Dedán, huyan; vuélvanse atrás y métanse en las profundidades; porque yo causaré un desastre en Esaú, pues ya es el tiempo de castigarlo.
9. Si los recolectores de uvas llegaran a ti, ¿no te dejarían unos cuantos racimos? Si los ladrones llegaran de noche, ¿no se llevarían sólo lo que necesitan?
10. Pero yo dejaré sin nada a Esaú, hasta dejar al descubierto sus escondites, de manera que no tenga dónde esconderse. Sus descendientes, su familia, y sus conocidos serán destruidos y él dejará de existir.
11. Abandona a tus huérfanos, que yo los cuidaré; y tus viudas confiarán en mí.
12. »Porque así dice el SEÑOR: “Si los que no estaban condenados a beber la copa del castigo tuvieron que beberla, ¿vas tú a librarte del castigo? De seguro que no te quedarás sin castigo y vas también tú a tener que beberla.