14. SEÑOR, sáname y quedaré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres a quien yo quiero alabar.
15. El pueblo de Judá dice: «¿Dónde quedó la palabra del SEÑOR? ¡Que se cumpla ya!»
16. Sin embargo, yo nunca he dejado de ser un pastor a tu servicio, ni he deseado que llegue el día del desastre. Tú conoces todas mis palabras, pues las dije en tu presencia.