8. Ni lo habías oído ni lo sabías. Tus oídos hace tiempo que están sordos. Pues yo sé lo infiel que eres y lo rebelde que eres de nacimiento.
9. Por amor propio no he dejado explotar mi ira. Por mi honor he tenido paciencia y no te he destruido.
10. Te he sometido a prueba, pero no como se prueba la plata, sino en el horno de sufrimiento.
11. Por respeto a mí, a mí mismo, lo he hecho. Pues, ¿por qué ha de ser difamado mi nombre? No voy a ceder mi honor a otro.