3. Todos ustedes, habitantes del mundo, los que viven en la tierra, fíjense cuando aparezca una señal sobre los montes. Pongan atención cuando suene una trompeta.
4. Pues el SEÑOR me dijo: «Yo estaré callado y vigilante desde el lugar donde yo vivo, como calor brillante cuando calienta el sol; como nube de rocío en el calor de la época de cosecha.
5. Antes de la época de cosecha, cuando haya pasado la floración y las flores se conviertan en uvas maduras, podarán con cuchillos los vástagos de la vid, y cortarán las ramas y las quitarán.
6. Las dejarán en las montañas para las aves de rapiña y los animales salvajes. En el verano les servirán de alimento a las aves. En el invierno se las comerán los animales salvajes».