11. El SEÑOR dice: «¿Para qué me traen tantos sacrificios? Estoy cansado de sus sacrificios que deben quemarse completamente y de la grasa de los animales bien cebados. No me complace la sangre de los toros, ni de los corderos ni de las cabras.
12. ¿Quién les pide estas cosas cuando ustedes vienen a presentarse ante mí pisoteando mis patios?
13. No me traigan más ofrendas inútiles. Su incienso me desagrada. Ya no aguanto sus reuniones de Luna nueva, los días de descanso y las demás fiestas religiosas mientras practican el pecado.
14. Detesto sus fiestas de Luna nueva y demás fiestas religiosas. Todo eso se me ha hecho insoportable, estoy cansado de todo eso.
15. Cuando ustedes alzan sus manos hacia mí para orar, yo me niego a prestarles atención. Ya no escucharé su gran cantidad de oraciones porque ustedes tienen las manos manchadas de opresión y violencia.