Hechos 15:1-19 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Algunos hombres llegaron a Antioquía desde Judea. Empezaron a enseñar a los hermanos: «Ustedes no se salvarán si no se circuncidan, como manda la tradición de Moisés».

2. Pablo y Bernabé estaban en contra de esta enseñanza y discutieron mucho con ellos. Por fin se decidió que Pablo, Bernabé y otros fueran a Jerusalén para hablar con los apóstoles y los ancianos líderes acerca de este asunto.

3. Patrocinados por la iglesia pasaron por las regiones de Fenicia y Samaria, contando detalladamente cómo los que no eran judíos habían creído, lo que era motivo de gran alegría para todos los hermanos en cada lugar.

4. Cuando ellos llegaron a Jerusalén, los apóstoles, los ancianos líderes y toda la iglesia les dieron la bienvenida. Pablo, Bernabé y los demás les contaron lo que Dios había hecho con ellos.

5. Pero algunos creyentes, partidarios de los fariseos, se pusieron de pie y dijeron: —Los creyentes que no son judíos tienen que ser circuncidados y obedecer la ley de Moisés.

6. Los apóstoles y los ancianos líderes se reunieron para hablar de ese asunto.

7. Después de una larga discusión, Pedro se puso de pie y les dijo: —Hermanos míos, ustedes recuerdan que hace un tiempo Dios me eligió de entre ustedes para anunciarles la buena noticia de salvación a los que no son judíos, para que ellos crean.

8. Dios conoce a todos los seres humanos, incluso lo que piensan, y acepta a los que no son judíos. Lo demostró al darles el Espíritu Santo a ellos, tal como nos lo había dado a nosotros.

9. Dios no hizo distinción entre ellos y nosotros, pues les purificó el corazón cuando ellos creyeron.

10. Entonces, ¿por qué están probando a Dios, agobiando a estos seguidores con una carga que ni nosotros ni nuestros antepasados pudimos llevar?

11. Al contrario, creemos que nosotros somos salvos por medio del generoso amor del Señor Jesús y que ellos también se salvarán así.

12. Entonces todos se quedaron callados y escucharon lo que Pablo y Bernabé les contaron sobre todas las señales milagrosas y maravillas que Dios había hecho por medio de ellos entre los que no son judíos.

13. Cuando terminaron de hablar, Santiago dijo: —Hermanos míos, escúchenme.

14. Simón Pedro ya nos había contado cómo Dios demostró su amor por los que no son judíos y cómo por primera vez hizo que ellos fueran parte de su pueblo.

15. Eso mismo dijeron los profetas, como está escrito:

16. “Yo, el Señor, regresaré después. El reino de David es como una carpa caída. Pero yo levantaré sus ruinas; la haré de nuevo.

17. Así el resto de la humanidad buscará al Señor, junto con todas las naciones que han sido llamadas a ser parte de mi pueblo. Esto lo dijo el Señor, que hace que todo esto sea posible.

18. Esto lo hizo saber desde el principio”.

19. »Por lo tanto, yo creo que no debemos molestar a aquellos que no son judíos y que deciden seguir a Dios.

Hechos 15