18. El mandamiento queda anulado por débil e ineficaz,
19. pues la ley no podía hacer nada perfecto. Pero ahora se nos da una esperanza nueva por la que podemos acercarnos a Dios.
20. Es muy importante notar que Dios también hizo una promesa cuando nombró a Jesús sumo sacerdote, pero no hubo promesa alguna para otros sacerdotes.
21. En cambio, Jesús llegó a ser sacerdote con una promesa de Dios, quien le dijo: «El Señor ha hecho una promesa, y no cambiará de opinión. Tú eres sacerdote para siempre».