Hebreos 10:1-8 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. La ley era sólo una imagen borrosa de las bendiciones que llegarían en el futuro. La ley no es la verdadera bendición porque exige a la gente que ofrezca los mismos sacrificios todos los años. Los que se acercan a ofrecer culto a Dios siguen ofreciendo esos sacrificios, pero la ley jamás puede hacerlos perfectos.

2. Si la ley lo pudiera hacer, entonces ya estarían limpios, no se sentirían culpables de sus pecados y esos sacrificios ya hubieran dejado de ofrecerse.

3. Cada año los sacrificios sirven para recordarles sus pecados,

4. porque es imposible quitar los pecados con la sangre de toros y chivos.

5. Por eso, cuando Cristo vino al mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, sino que has preparado un cuerpo para mí.

6. A ti no te gustan los sacrificios de animales muertos y quemados, ni los sacrificios que se ofrecen por los pecados.

7. Entonces dije: “Aquí estoy, Dios. En el libro de la ley está escrito acerca de mí: Vine a hacer lo que tú quieres que haga”».

8. Cristo comienza diciendo: «No te agradan los sacrificios ni las ofrendas. Tampoco te gustan los sacrificios de animales muertos y quemados, ni los sacrificios que se ofrecen por los pecados», aunque todos estos sacrificios los ordena la ley.

Hebreos 10