3. Luego Abram dijo: —No me has dado hijos, por lo tanto, será un esclavo nacido en mi casa quien herede mis posesiones.
4. La palabra del SEÑOR vino a él diciendo: —Él no será tu heredero. Tu propio hijo te heredará.
5. Luego Dios llevó a Abram afuera y le dijo: —Mira bien el cielo, hay muchas estrellas, pero no las puedes contar ahora. Y siguió diciendo: —Pues bien, así ocurrirá con tus descendientes.