7. Así que Dios creó el firmamento y separó las aguas; unas quedaron arriba del firmamento y otras debajo.
8. Dios llamó al firmamento «cielo». Llegó la tarde y después la mañana. Ese fue el segundo día.
9. Luego Dios dijo: «Que las aguas debajo del cielo se junten en un solo lugar, para que aparezca el suelo seco». Y así sucedió.
10. Dios llamó a este suelo seco «tierra» y a las aguas que se habían juntado las llamó «mar». Y vio Dios que estaba muy bien esto que había hecho.
11. Entonces Dios dijo: «Que la tierra se cubra de vegetación: toda clase de plantas que den semillas y árboles que den frutos con semilla». Y así sucedió.
12. La tierra se llenó de vegetación: toda clase de plantas que dan semillas y árboles que dan frutos con semilla. Y vio Dios que estaba muy bien esto que había hecho.
13. Llegó la tarde y después la mañana. Ese fue el tercer día.
14. Después Dios dijo: «Que haya luces en el firmamento del cielo para poder así separar el día de la noche y para que sirvan para señalar los días, los años y las festividades.
15. Que estas luces estén en el firmamento para alumbrar la tierra». Y así sucedió.
16. Dios hizo dos grandes luces: la más grande para gobernar el día y la más pequeña para gobernar la noche. También hizo las estrellas.