41. Los aceptaré a ustedes como una ofrenda de olor fragante cuando los haga salir de entre los pueblos. Las naciones me darán honra cuando los reúna a ustedes desde las tierras a donde los dispersé.
42. Cuando los devuelva a Israel, la tierra que les prometí a sus antepasados, sabrán que yo soy el SEÑOR.
43. Entonces recordarán cómo vivían y todo lo malo que hicieron y experimentaron; sentirán asco de toda la maldad que practicaron y se les quitarán las ganas de volver a hacerlo.
44. Entonces, pueblo de Israel, aprenderás que yo soy el SEÑOR, cuando te trate de una manera que honre mi nombre en vez de castigarte conforme a tu maldad y a las cosas destructivas que hiciste. El Señor DIOS lo ha dicho».
45. Después el SEÑOR me dijo:
46. «Hijo de hombre, ve hacia Temán, al sur, y habla contra Darom, profetiza contra el bosque del Néguev.
47. Dile al bosque del Néguev que el SEÑOR dice: “Así dice el SEÑOR Dios: Mira, voy a encender un fuego dentro de ti que consumirá tanto a los árboles verdes como a los secos. Nada podrá extinguir esta llama, que irá por toda la tierra y la encenderá, de norte a sur.
48. Entonces todos verán que yo, el SEÑOR, soy quien la enciende y nada la extinguirá”».
49. Entonces yo me quejé: «Ay Señor DIOS, este pueblo dice: “¡Este hombre sólo habla en clave!”»