22. Pero me contuve para seguir manteniendo mi buen nombre entre las naciones de donde los saqué.
23. Hasta levanté mi mano contra ellos en el desierto y prometí esparcirlos entre las naciones y entre todos los países.
24. Porque no obedecieron mis decretos, sino que rechazaron mis leyes, ignoraron mis días de descanso consagrados y siguieron a los repugnantes ídolos de sus padres.
25. Hasta les di leyes que no eran buenas y decretos que no daban vida.
26. Los contaminé con sus propias ofrendas, dejándoles que ofrecieran a sus hijos mayores en sacrificio. Lo hice para destruirlos y para que aprendan que yo soy el SEÑOR.
27. »Así que, hijo de hombre, háblale al pueblo de Israel y dile que el Señor DIOS dice: Además de todo esto, sus antepasados siguieron mostrando el desprecio que me tenían con sus constantes rebeliones contra mí.
28. Pero a pesar de todo los llevé a la tierra que había prometido darles. Pero en cada monte alto que veían y bajo cada árbol verde ofrecían sacrificios a sus ídolos. Ahí ofrecían sus sacrificios de ira, quemaban incienso y vertían sus ofrendas líquidas.
29. Entonces les pregunté: ¿Qué significa ese santuario pagano al que van? Y así se quedó ese lugar pagano de adoración porque hasta la fecha lo llaman Santuario Pagano.