2. Recuerda el camino por el que el SEÑOR tu Dios te guió durante todos estos cuarenta años en el desierto, para enseñarte a ser humilde, ponerte a prueba y saber lo que tú pensabas: para saber si ibas a obedecer sus mandamientos o no.
3. Él te humilló y te hizo pasar hambre. Luego te dio a comer maná, que ni tú ni tus antepasados conocían, para enseñarte que el ser humano no sólo vive de pan, sino de todo lo que el SEÑOR ordena.
4. Tu ropa no se desgastó y tus pies no se hincharon durante estos cuarenta años.
5. Recuerda que el SEÑOR tu Dios te está educando y corrigiendo como un padre a su hijo.
6. »Así que obedece los mandamientos del SEÑOR tu Dios, síguelo y respétalo a él
7. porque el SEÑOR tu Dios te lleva a una tierra buena; una tierra de arroyos y fuentes, y ríos subterráneos que surgen en los valles y las colinas.
8. Una tierra con trigo y cebada, vinos de uva, higueras y granados; una tierra de olivos y miel;