Daniel 7:8-21 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

8. Yo estaba mirándole los cuernos, cuando le apareció otro entre los que ya tenía y rompió tres de ellos. Este nuevo cuerno tenía ojos de humano y una boca que alababa su gran poder.

9. Mientras miraba, aparecieron unos tronos y el Anciano venerable se sentó en su trono. Su ropa era blanca como la nieve; su cabello era blanco como lana limpia. Su trono era de fuego, y las llamas formaban las ruedas.

10. Un río de llamas corría ante él. Miles le servían, millones estaban frente a él. Parecía un juicio a punto de comenzar, y se abrieron los libros.

11. Yo seguía impresionado mirando la boca del cuerno que alababa su gran poder. Mientras tanto mataron a la bestia, la destrozaron y la quemaron.

12. A los otros animales les quitaron el poder que tenían, pero los dejaron vivir un tiempo más.

13. Yo seguía con estas visiones en la noche. De repente, vi que salía entre las nubes uno como un ser humano. Se acercó al Anciano venerable y lo presentaron ante él.

14. Se le dieron poder, gloria y autoridad; todos los pueblos naciones y lenguas estarán a su servicio. Su dominio no tendrá fin y su reino nunca será destruido.

15. »Yo, Daniel, estaba angustiado en mi interior, y lo que había visto en la visión me preocupaba.

16. Entonces me acerqué a uno de los que servían al Anciano venerable y le pedí que me explicara todo eso. Él me explicó:

17. “Las cuatro bestias representan cuatro reyes que van a gobernar la tierra.

18. Pero los santos de Dios recibirán el reino y gobernarán para siempre”.

19. »Yo quería saber lo que representaba el cuarto animal que era muy distinto a los otros. Ese animal era terrible, espantoso y de una fuerza impresionante. Tenía dientes de hierro y garras de bronce. Todo lo devoraba y trituraba, y el resto lo pisoteaba con las pezuñas.

20. Quería saber el significado de los diez cuernos de la cabeza, y del último que le apareció y rompió tres de los que ya tenía. Este nuevo cuerno tenía ojos de humano y una boca que alababa su gran poder; su tamaño era mayor que el de los otros.

21. Mientras yo miraba, ese pequeño cuerno empezó a pelear contra los santos de Dios y los derrotaba.

Daniel 7