1. Nabucodonosor envió este mensaje a todos los pueblos de todas las naciones, de todas las lenguas y de todas partes del mundo: Los saludo y deseo que vivan en paz y prosperidad.
2. Me siento muy orgulloso de poder contarles todas las señales y milagros que el Dios altísimo ha hecho en mi vida.
3. ¡Qué grandes son sus señales, qué maravillosos son sus milagros! El reino de Dios es eterno y su poder continuará de generación en generación.
4. Yo, Nabucodonosor, estaba descansando tranquilo en mi palacio,
5. y tuve un sueño que me asustó mucho y las fantasías que pasaron por mi mente me aterraron.
6. Así que ordené que trajeran a todos los sabios de Babilonia para que interpretaran mi sueño.
7. Cuando llegaron los adivinos, hechiceros, magos y caldeos, les conté el sueño pero ellos no pudieron decirme lo que significaba.
8. Finalmente llegó Daniel, quien también es llamado Baltasar en honor a mi dios. El espíritu de los santos dioses vive en él. Y esto fue lo que le dije de mi sueño:
9. «Baltasar, jefe de los magos, yo sé que el espíritu de los santos dioses está contigo y ningún secreto se te oculta. Te pido que me expliques mi visión y que me digas lo que significa.
10. Cuando estaba durmiendo en mi cama, empecé a tener unas visiones. De repente, vi un árbol que salía de la tierra y era muy alto.
11. Era tan alto y poderoso que llegaba hasta el cielo y se podía ver desde todos los rincones de la tierra.
12. Sus hojas eran hermosas y sus frutos abundantes. Tenía suficiente comida para todo el mundo. Los animales salvajes se refugiaban bajo su sombra y las aves hacían sus nidos en las ramas. Todos los animales encontraban alimento allí.
13. »Estando en la cama, tuve esta visión también: un ángel santo bajó del cielo,
14. y gritó muy fuerte: “¡Corten ese árbol y arránquenle todas las ramas! ¡Quítenle todas las hojas y esparzan todos sus frutos! Que se vayan los animales que están bajo su sombra y las aves que están en sus ramas.
15. Pero dejen en el suelo el tronco y las raíces. Luego, amarrado con cadenas de hierro y bronce, entre la hierba del campo será humedecido por el rocío, y compartirá con los animales salvajes la hierba del campo.