Daniel 10:4-15 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

4. El día veinticuatro del primer mes estaba a orillas del gran río Tigris.

5. En un momento levanté la mirada y vi a un hombre vestido con una túnica de lino y un cinturón de oro.

6. Su cuerpo parecía una piedra preciosa. Su rostro resplandecía como un relámpago, sus ojos brillaban como llamaradas, sus brazos y piernas parecían bronce pulido y cuando hablaba, su voz se oía como toda una multitud hablando.

7. Junto a mí había gente, pero sólo yo, Daniel, pude ver al hombre. Sin embargo, los que estaban a mi lado se asustaron tanto que salieron corriendo a esconderse.

8. Entonces yo me quedé solo mirando esa gran visión. El terror me dejó sin fuerzas y perdí completamente mi vigor habitual.

9. El hombre empezó a hablar y me desmayé de cara al suelo.

10. Enseguida sentí una mano que me tocó y me sacudió poniéndome sobre mis manos y mis rodillas.

11. El hombre habló y me dijo: «Estimado Daniel, presta atención a lo que te voy a decir. Levántate porque he sido enviado hasta ti». Cuando dijo eso, yo me levanté temblando.

12. Él dijo: «Daniel no tengas miedo. Dios escuchó tu oración desde el primer día en que decidiste entender las cosas difíciles y humillarte con ayuno. Por eso estoy aquí.

13. Miguel, uno de los príncipes más importantes, me ayudó; porque yo estaba detenido allí junto a los reyes de Persia.

14. Vine para ayudarte a comprender lo que le va a pasar a tu pueblo en los últimos días. Pues esa visión que tuviste es sobre el futuro».

15. Mientras él decía eso yo permanecía con la cabeza agachada sin decir palabra.

Daniel 10