13. canela, especias aromáticas, incienso, mirra y perfumes; vino y aceite de oliva, harina fina y trigo, ganado y ovejas, caballos, carruajes, esclavos y almas de seres humanos. Y ellos dirán:
14. «¡Pobre de ti, Babilonia! Ya no tienes todas las cosas buenas que tanto deseaste. Toda tu riqueza y tus lujos han desaparecido. Nunca más los recuperarás».
15. Los comerciantes que se habían vuelto ricos gracias a lo que le vendían a ella, se alejarán, pues tendrán miedo de recibir su mismo sufrimiento. Ellos llorarán y se lamentarán:
16. «¡Qué terrible! ¡Esto es muy terrible para la gran ciudad! Se vestía con ropa de lino fino, de púrpura y de rojo. Llevaba oro, piedras preciosas y perlas.
17. Todas sus riquezas fueron destruidas en tan sólo una hora». Todos los capitanes de barco y todos los que viajaban por mar, los marineros y todos los que traficaban en el mar, se alejaron de Babilonia.
18. Cuando vieron que salía humo de ella, decían: «¡Nunca hubo una ciudad como esta gran ciudad!»
19. Luego, se echaron polvo sobre la cabeza, llorando y lamentándose: «¡Qué terrible! ¡Esto es muy terrible para la gran ciudad! Todos los que tenían barcos en el mar se enriquecieron gracias a ella, ¡pero fue destruida en tan sólo una hora!
20. ¡Oh, cielo, alégrate! ¡Alégrense el pueblo de Dios, junto con los apóstoles y profetas porque Dios castigó a la cuidad de Babilonia por todo lo que les hizo a ustedes!»