30. Él le quitó la corona del dios Milcón, la cual era de oro y piedras preciosas y pesaba treinta y tres kilos. Luego se la pusieron a David, quien además se llevó un buen botín de la ciudad.
31. David también expulsó a los habitantes de la ciudad de Rabá y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas, y los obligó a hacer construcciones de ladrillo. Hizo lo mismo en todas las ciudades amonitas y luego regresó con su ejército a Jerusalén.